Tener una empresa implica resolver, como mínimo, tres asuntos: compras, inventario o producción y ventas.
Y una veterinaria también es una empresa.
El día a día hace que pasemos por alto cosas muy importantes pero no urgentes.
Entre pacientes, clientes y proveedores, se pasan los días sin detectar los errores que quitan rentabilidad.
La «vete» tiene vida propia.
Entoces surgen las preguntas inevitables:
En todas las veterinarias en las que trabajé como consultor detecté, al menos, uno de estas preguntas sin contestar.
Estos errores impiden generar más ventas, mejorar la rentabilidad o alcanzar el máximo potencial con los mismos recursos y el mismo equipo.
El motivo es muy simple: si no sabés qué parte tiene dificultades, difícilmente puedas hacer algo para merjorarlo.
Un tablero de dueño te permite detectar, en un pantallazo, donde están las restricciones principales de tu veterinaria.
Y cuando tenés la información adecuada, es mucho más fácil saber qué corregir y dónde corregirlo.
En el mismo local se puede generar más ventas con menos desgaste.
Con el mismo equipo.
Con la misma estructura.
Tener claro el problema es gran parte de la solución. Si, además, tenés identificados los puntos en los que hay que mejorar, podés empezar a trabajar inmediatamente.
Para eso preparé este tablero para dueños de veterinarias con su explicación para que empieces a usarlo y lo domines en 20 minutos.
Con este tablero vas a poder:
Sin vueltas y sin trucos, te descargás el tablero con las instrucciones al completar el siguiente formulario.