«había que estar preparado para defenderse de esa humillación que uno podía sufrir si tomaba el riesgo de no pertenecer. El sentimiento era de que todos a tu alrededor eran ‘normales’, y que vos eras el único que por lo menos querías ‘ser’. Y cuando digo ser, me refiero a ser, simplemente, un individuo dotado de una subjetividad particular»