Cómo destruir un equipo de trabajo

Una de las cosas más fáciles de hacer es destruir un equipo de trabajo y esta capacidad la tienen los dueños de las PYMES.

La cuestión es sencilla y te lo explico en un ejemplo: se contrata a alguien para que se ocupe de las ventas (como vendedor, supervisor o gerente, para el caso, es lo mismo) y se le explica cómo son las formas de pagos, los descuentos, los plazos de entrega, su rol, etc.

Entonces el cliente llama, pide una cotización que se entrega dentro de los criterios establecidos. Pero el cliente no acepta las condiciones y pide hablar con el dueño. O, también, el cliente contacta directamente con el dueño que le pasa otro precio, otras formas de pago y todo lo que quiere sin tener en cuenta las reglas y las condiciones que le dio a la persona de ventas.

O, para seguir contándote cómo destruir un equipo, una vez que está el presupuesto acorde con las directivas fijadas, el dueño lo corrige, lo hace modificar saltando todas las reglas que se dieron y, si puede, lo hace delante de del cliente y de la la persona que elaboró el presupuesto. 

Ahora vienen las felicitaciones. No solo se destruyó un equipo de trabajo; sino que, además, a la frustración se le agregó la humillación.

Te digo cómo sigue la película: la persona del equipo no toma más decisiones, consulta absolutamente todo lo que tiene que hacer y, en la primera oportunidad que encuentra, se busca otro trabajo.

Entonces, en la empresa se quedan quienes no pueden cambiar el trabajo por el motivo que sea, los que consiguieron el mejor trabajo que soñaron (y no lo coneguirán en otro lugar) y los que no toman decisiones.

Al final se cuenta con equipos de trabajo que, lógicamente, no logran autonomía ni confianza gracias a los poderes del dueño que puede saltear todas las reglas que él mismo puso, microgerenciar el área y dejar mal parada a las personas frente a los clientes. 

Ahora, si lo que estás buscando no es destruir a tu equipo de trabajo sino armarlo, delegar áreas de tu empresa y que la empresa funcione sin tu mirada constante, suscribite al newsletter y recibí contenido exclusivo para pequeñas empresas.