¿Por qué no crece mi empresa?
La problemática del crecimiento está emparentada con la del desarrollo pero no son gemelas. Puede haber crecimiento sin desarrollo y desarrollo sin crecimiento. Dado que no es el foco de este artículo, intentaremos ponerlo fácil y sin detalles: un niño pude crecer en centímetros. Puede estar en su casa alimentado a una pequeña variedad de alimentos y creciendo en tamaño. ¿Está explorando y conociendo sus posibilidades como humano? ¿Tiene las vitaminas y minerales que necesita para los huesos, neuronas y órganos? Aunque el crecimiento podría ser un medidor de desarrollo, no son sinónimos. Nos preguntamos, entonces, por qué todavía hablamos de posibilidad en la empresa cuando debería haber un crecimiento.
Hoy dejamos de lado el desarrollo para concentrarnos en algunos de los factores por los cuales las empresas no crecen. Como los sucesos externos escapan a nuestro dominio, nos plantearemos 3 aspectos internos para lograr el crecimiento de la empresa.
1. Visión poco clara
Cuando hablamos de visión, no hablamos de un párrafo muy bien escrito, impreso y enmarcado en la pared. No hablamos de expresiones tan generales como “ser líderes del mercado”. Lo que queremos retomar cuando hablamos de visión es aquel sueño, aquel objetivo que motivó a cada dueño a fundar la empresa. Cuando esa visión no es clara o no es específica, dirigir y sostener un crecimiento es extremadamente difícil, ya que no está claro hacia dónde nos dirigimos. Si deseamos ir de vacaciones, por ejemplo, y no tenemos claro a dónde vamos, será muy difícil planificar hotel, pasajes, excursiones, etc. Al mismo tiempo, si queremos ir un mes de viaje a otro continente pero no tenemos recursos para permanecer un mes en nuestra ciudad, estamos invirtiendo tiempo en ideas que no pueden prosperar en poco tiempo y que pueden ser fuentes de frustración. De igual modo, intentar ser líder en un mercado sin contar con los recursos necesarios o no tener claro exactamente qué, cómo y cuándo quiero conquistar objetivos con mi empresa, no me permite esbozar un plan de acción coherente y consistente con lo que deseo.
2.Ventas
Así de simple: si no se vende, no se crece. Si no ingresa más dinero, no hay para reinvertir ni para crear más y mejores ofertas. Es la venta la que activa la producción. Es la venta la que indica cuánto producir y a qué ritmo (por supuesto, el marketing estará detrás). El exceso de stock o de capacidad ociosa no implica crecimiento si no un nuevo costo en almacén o en recursos humanos que no están siendo valorados. La venta empuja el crecimiento. Cuando una empresa tiene excesos, busca realizar promociones, outlets y liquidaciones con el objetivo de obtener efectivo por el producto en stock (esto se ve muy fácilmente en la liquidación de indumentaria en cada cambio de temporada). Trabajar activamente en las ventas nos pone en condiciones de obtener un mayor flujo de dinero, con todo lo que esto significa.
3. Dueños y directivos que obstruyen
Lo hemos dicho en otras oportunidades y volvemos a decirlo aquí: el límite de una empresa es el límite que tienen las personas que la dirigen y las personas que las dirigen no siempre saben cuáles son sus límites, no siempre pueden aceptarlos y no siempre saben pedir ayuda cuando la necesitan. Un directivo que no se conoce a sí mismo ni a su equipo puede ser un gran obstáculo en el crecimiento. El tamaño de una empresa está dada por el tamaño, en sentido figurado, de quien la maneja. “Es más temible un ejército de ciervos dirigidos por un león que un ejército de leones dirigidos por un ciervo”, decía Plutarco. Recordemos a Napoleón cuando dijo al subalterno: “usted puede ser más alto que yo. Más grande que yo, ¡nunca!”. Cuando aquellos que toman decisiones desconocen que han alcanzado el «techo» y se niegan a asumir sus límites, el crecimiento (incluso la subsistencia) de la empresa se encuentra comprometido.
Bonus: Dueños y directivos que no quieren crecer.
Quizá resulte contradictorio que emprendedores y empresarios no quieran crecer, pero esta es una de las decisiones empresariales que más respetamos desde Impulsio y, al ser una decisión, la ubicamos aparte. En cada etapa de la empresa se llega a un límite operativo que pone fin a la etapa en cuestión y requiere un “salto” de crecimiento. Se extiende una brecha, como un precipicio, entre el estado actual y el estado deseado. Requiere invertir en nuevas y mejores máquinas, contratar más trabajadores, cambiar el packaging, la organización, etc.
Hemos visto muchos casos con posibilidades de enorme crecimiento donde los directivos, al ver la posibilidad y pasar por un proceso de coaching, han decidido quedarse en el lugar que están por el desafío, la incertidumbre y el estrés que representa, para ellos, el crecimiento. Realizan un duelo y están en paz con la decisión tomada, una decisión subjetiva que puede ser muy cuestionable pero que, para nosotros, es absolutamente entendible. Puede ser cuestionable pero, a diferencia de los puntos abordados, ellos deciden no crecer y no se encuentran sin crecimiento “porque sí”.
¿Y en vos? ¿Cuáles son los miedos y las trabas que no te permiten crecer?
* Fotografía de Pablo Cruz