Durante muchos años dediqué mi tiempo a la literatura. Dentro de la literatura, al policial. Dentro del policial, el policial negro. El detective y la PyME que no funciona tienen puntos en común y en este post quiero hablar de eso.
El policial negro surge cuando el crimen se aleja del jarrón veneciano y vuelve a la sordidez de la calle, que es su lugar.
El detective que resuelve crímenes desde el cómodo sillón de su morada da paso al detective que para resolver un misterio necesita escabullirse en el hampa y pagar por información. En el camino tiene problemas con la ley, a veces gana dinero, de vez en cuando consigue una dama y siempre recibe un par de cachetazos.
En la rudeza y la versatilidad, ese detective se parece bastante a un dueño de una pequeña empresa que intenta hacer que su negocio funcione sorteando una serie de obstáculos, seres indeseables y algunos golpes.
Un día, como cualquier dueño de PyME, me canso del policial, del policial negro, de las prostitutas enemigas de la policía, de los matones que protegen a un millonario, del sargento que no resuelve nada y de políticos que se benefician de la ilegalidad.
Otro día, veo un trailer que muestra un occiso en circunstancias sospechosas, una madre desesperada, un hombre que llora de arrepentimiento y otro detective perdedor, alcohólico y al borde de la ley. Entonces me olvido del cansancio y soy engañado, una vez más, para caer en las garras de un nuevo crimen y jugando a ser Sherlock Holmes resolviendo un misterio que me convoca.
En esa fascinación por el crimen, como aficionado investigador me parezco un poco al consultor profesional de empresas: reviso una empresa, husmeo los números, hablo con los involucrados y señalo con dedo acusador al proceso culpable de que la empresa no funcione como todos quisieran.
Siempre hay una traba que nos impide el crecimiento. Siempre hay un ilícito a punto de cometerse que tenemos que evtiar. Siempre hay una decisión estúpida que estamos por tomar.
Como en cada policial, la persona indicada para hacer las pesquisas no está involucrada emocionalmente con los inolucrados. Tiene otros recursos, otros contactos y puede ver la situación desde afuera.
Por eso los detectives y los consultores de empresas funcionamos. Podemos vislumbrar soluciones o raíces del problema con solo mirar la escena. Podemos diagnosticar o comenzar la investigación con algunos datos. Podemos llevar respuestas y un poco de paz a las personas involucradas.
Si tus números no están claros o no te gustan, si no sabés cómo salir del estancamiento, si no lográs que haya fluidez en las operaciones de la empresa, contactame para hablar sobre tu caso. También te dejo este post con sugerencias a la hora de elegir un consultor.
Si nunca tuviste