Un cliente de consultoría un día me preguntó si era factible el coaching ontológico en la PyMe. «No sólo es factible, si no recomendable», contesté.
En pequeñas empresas, donde los procedimientos no son rigurosos y la agenda que impone el día a día es más común que la planificación, el coaching ontológico profesional es una herramienta que permite clarificar objetivos, unir distintas miradas y trazar un plan para conseguir las metas deseadas.
Esto es especialmente importante en pequeñas empresas, donde la clarificación del dueño o de la persona que está al frente permite clarificar la visión de toda la empresa.
El coaching ontológico permite identificar obstáculos y vislumbrar alternativas que no estaban siendo contempladas, ya que la esencia es poner en crisis los supuestos y creencias dominantes.
Ampliar la mirada, acentuar el foco, sopesar estrategias permiten, en el corto plazo, ahorrar tempo y dinero en acciones que no conducen a nuestros objetivos o generan un desgaste excesivo.