Emprender tiene dificultades y emprender en Argentina tiene más dificultades todavía. Quizá también lo sea en otras parte del mundo, pero en Argentina se pueden enumerar las razones. Aclaremos antes de seguir que tengo tres emprendimientos encima y actualmente estoy gestando uno o dos más. Emprender, en mi presente, me genera tantas satisfacciones que la única forma de dejar de hacerlo es convirtiéndome en escritor profesional. Aún así, recomiendo pensarlo dos veces. «¿Entonces por qué emprender?», preguntará el lector sagaz. Las razones son variadas y en mi caso, en el emprendimiento encuentro fundamentos de peso que detallo en otro post. Pero la razón de esta entada es develar las razones que dificultan emprender en Argentina dividas en categorías
Ausentarse del emprendimiento
Existen razones que obligan al emprendedor a ausentarse del emprendimiento (equivalente a perder capacidad productiva o de ventas sobre todo cuando el emprendimiento es incipiente)
1. Burocracia: armar un emprendimiento requiere días de papeleo para iniciarlo. Pero si fuera así de sencillo, nada más que juntar unos papeles al inicio del emprendimiento, no habrá mayores inconvenientes. Burocracia abajo de la puerta, en la ventana, en los pasillos de la municipalidad, en una cuenta corriente, en una tarjeta de crédito, en un crédito de capital de trabajo. Interminables formularios avanzan y es una carrera de obstáculos para realizar gestiones necesarias para el funcionamiento del emprendimiento.
2. Bancos: con sólo pensar que hay empresas que contratan gente para que haga cola en bancos y tareas administrativas, el emprendedor puede tener una idea de los que es la operatoria con cheques, bancos, pagos de impuestos, etc. Hay impuestos que se pueden pagar en un banco, otros en otro banco y así, la calesita del contribuyente puede no terminar nunca.
Vulnerabilidad legal
1. Empleador: aún dando trabajo formal (en blanco), contando con seguro por accidente de trabajo y teniendo documentación al día, diría que es imposible estar cubierto de todas las situaciones de riesgo posible. Hay un margen de baches legales que dejan al emprendedor expuesto. Un ejemplo muy claro de esto es el seguro de Accidentes de Trabajo (ART). Si un empleado sufre un accidente laboral, la ART (siempre y cuando esté todo en regla. Ver inciso 2) cubre una parte del sueldo, gastos médicos y de traslados. Aún así, existe un fallo (conocido como «el fallo Aquino») que permite al empleado entablar una demanda contra el empleador por un dinero mayor al pagado por la ART. El empleador debe hacerse cargo de esta suma (incluso hay seguros para esto)
2. Desconocimiento legal: lo primero que debe saber el emprendedor es que bajo ninguna circunstancia puede alegar desconocimiento de la ley. Esto implica, literalmente, que el emprendedor no puede argumentar ante la ley que desconoce el Código Civil y Comercial en todos los aspectos que le concierne, las leyes tributarias, ley de accidente de trabajo, ley de seguridad e higiene en el trabajo, ley de cheques, ordenanzas municipales y una larga lista que no pretendemos agotar. Esto, que parecería resolverse con un contador y con un abogado (que cobran por su asesoramiento y trabajo) no siempre está cubierto. El emprendedor pagará ART, Aportes y Contribuciones Sociales, impuestos provinciales y municipales y nadie le dará información a menos que usted la pida (que, al emprender, nadie sabe ni siquiera qué información pedir) sobre los riesgos a los que se expone y que debe tener en cuenta como, por ejemplo, la colocación de extintores y capacitación acerca de cómo una persona debe trasladar una escalera y ponerla en la pared. Y no estoy mintiendo ni exagerando. Es responsabilidad del emprendedor hacer esto y saberlo. En caso de accidente, el empleador es el único responsable por las cosas que no fueron hechas.
3. Dificultad para despido de personal: es muy difícil demostrar que un empleado roba, es desleal, no acata órdenes directas, no llega a horario (a menos que se invierta unos dineros en relojes para fichar o con huellas dactilares). Además las pruebas que valen tienen que ser constatadas. En tal caso, el dinero sale del bolsillo del empleador. Sumemos a eso esta entrada acerca de trabajar con personal en blanco o en negro..
4. Capacitación: estrechamente relacionado con el inciso 2. El emprendedor pagará todos los tributos y nadie le dirá las cosas mínimas a tener en cuenta como, por ejemplo, que el personal debe ser capacitado en todas las áreas de la empresa en materia de seguridad. Esto, por ley, corresponde a la ART. Esto, en la práctica, no sucede. Pero es derecho del emprendedor exigirlo a la hora de elegir una ART. Lo trabajamos en otro post
5. Abusos de empresas de servicios: reclamar un servicio mal brindado puede ser un dolor de cabeza. Muchas veces es mejor pagar el error ajeno que realizar el reclamo.
6. Falta de ART para autónomos: si un empleado se accidente, existe una ART que cubre. Si un trabajador autónomo se accidenta, nadie cubre los gastos. El trabajador autónomo debe contratar su propio seguro de accidentes personales para tal fin, recordando que si esto no está cubierto y el emprendedor no puede trabajar por enfermedad o lesión, entonces no percibirá ingresos asociados a su trabajo habitual.
Problemas de gestión
1. Banco, cajeros y dinero efectivo y electrónico: Cuando el emprendimiento tiene cierto vuelo, es necesario trabajar con, al menos, un banco. El banco obliga (incluso cobra por no cumplimentar con las exigencias) para que el clietne use los medios electrónicos. Pero los cajeros automáticos no pocas veces están saturados o no tienen dinero. La venta por débito genera costos extras por la transacción. La operatoria con cheque genera gastos extras (no sólo de impuesto al débito y al crédito). El tiempo que se pierde en realizar gestiones bancarias, también hacen su aporte al inciso A
2. Cheques al día y cruzados: cuando se cobra con cheque hay distintas opciones. Se paga a un tercero con ese mismo cheque, se cobra o se deposita. Si el emprendedor tiene 3 cheques de diferentes bancos, deberá ir a cada banco a cobrarlo, haciendo la fila correspondiente. Si lo deposita (cuando el cheque está cruzado o cuando se quiere dejar el dinero en cuenta) pagará impuestos y no contará con el dinero hasta transcurridas entre 48 a 72 horas. Es decir, el cheque que tiene que cobrar hoy, lo cobrará efectivamente en dos o tres días. Esto hace que se pierda liquidez, porque no se dispone de ese dinero hasta que se haga efectivo.
3. Pagos de impuestos: los impuestos no pueden pagarse todos en un mismo lugar de pago. Otros impuestos no admiten débitos y en la mayoría de los centros de pago no cobran más de una determinada cantidad de comprobantes. Esto hace que haya que trasladarse a otro lugar de pago, por ejemplo.
Estos son algunos de los inconvenientes que harán que el emprendedor pierda tiempo y dinero que, por regla general, no están incluídos en su proyección de flujos de fondo antes de emprender.
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